El mayor premio del Heberprot-P

Por Ortelio González y Rigoberto Triana Foto: Nohema Díaz
Un medicamento cubano, nombrado Heberprot-P, revoluciona los tratamientos a los pacientes diabéticos aquejados por úlceras en el pie.
En Morón existe un núcleo de profesionales apasionados por las mejorías que genera el Heberprot-P. El doctor Morales Florat junto a una de sus pacientes
Su efecto salvador de amputaciones ha sido amplio en los últimos cuatro años, además, acelera la cicatrización de úlceras, reduce los costos hospitalarios y permite una reinserción más rápida a la vida social.
Si usted indaga en los sitios digitales, se sorprenderá al ver cómo en tan corto período ha tejido una cadena de éxitos respaldados por numerosos premios.
El pasado año mereció el Premio Especial de la Feria Internacional de La Habana al producto novedoso de mayor dinámica comercial, mientras en marzo último recibió en Ginebra, Suiza, la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, institución que en abril le confirió también el premio al Mejor Inventor Joven.
Mas las glorias no llenan de vanidad a sus creadores, quienes muestran insatisfacción al considerar que las terapias tienen posibilidades de una extensión mayor, tanto en Cuba como en el exterior.
Por esa razón, los doctores Jorge Berlanga Acosta y Ernesto López Mola, pertenecientes al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, realizan conferencias en varias provincias para extender los conocimientos sobre el novedoso producto y de esa forma aumentar sus aplicaciones.
Durante la estancia en el Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila, ambos expertos coincidieron en la insatisfacción porque todavía en el país no se llega a atender la mitad del potencial de pacientes que sufren estas afecciones.
Para lograr ese fin precisan fortalecer, mediante diplomados y otros cursos, la preparación de especialistas como angiólogos, endocrinos, enfermeros y podólogos, de manera que puedan resolver la mayor cantidad de casos, unos a través de la prevención en las áreas de salud, los de menor complicación en los policlínicos, y los de mayores riesgos en los hospitales.
El doctor López Mora señaló que el surgimiento del Heberprot-P, único de su tipo en el ámbito mundial, cambia los paradigmas en el manejo de las úlceras del pie diabético.
Añadió que durante los cuatro años de iniciadas estas labores asistenciales llegaron a más de 5 300 beneficios en la nación, según las estadísticas de quienes ejercen las curas, sin embargo, se estima que Cuba debe incluir más de 200 pacientes por semana y la cifra real no rebasa los 50.
Según esas estadísticas, en Ciego de Ávila existe constancia a través de documentos de la atención a 240 personas aquejadas por úlceras del pie diabético, y las atenciones no se concentran en la capital provincial.
Morón ha sido ejemplo de los progresos en estos tratamientos, de acuerdo con criterios del doctor Jorge Luis Morales Florat, quien afirma que el estudio en el centro asistencial Roberto Rodríguez ha tenido resultados similares a los realizados en los hospitales Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila, y los capitalinos Hermanos Ameijeiras y el Instituto Nacional de Angiología.
AL MÉDICO SIN PERDER UN MINUTO
Muchas son las aspiraciones de los galenos y su personal de apoyo con el propósito de atajar el mal a tiempo, por eso insisten en que los aquejados no demoren en asistir a los centros especializados cuando el peligro acecha el pie diabético.
Cuenta el paciente Juan Manuel Despaine Baró que en meses recientes se pinchó con un clavo oxidado. Pasó una semana sin darle mucha importancia al asunto, pero la herida se infestó y...
"Tuve que ir al médico con urgencia y me llegaron a amputar dos dedos. Si no existiera esta medicina hubiese perdido el pie, no obstante me hicieron el tratamiento. Ya estoy bien y muy agradecido", exclamó algo nervioso al presentarse ante un auditorio colmado de especialistas.
Sin embargo, su rostro mostraba la alegría por haber escapado de la discapacidad. Ante el aplauso de los encargados de salvar a otros como él, se levantó de su silla, y echó a andar.
Hechos como este generan en el doctor Berlanga Acosta abundancia de calificativos. Considera que la inventiva cubana, de la cual es coautor, "ha sido una solución efectiva para un nicho clínico que estaba huérfano y llena un vacío en la terapéutica internacional, pero siempre nuestro mayor premio, el que se va por encima de todo, es el paciente curado".
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