La Cruz Roja: Razón de mi vida

Por Moisés González Yero Foto: Nohema Díaz Muñoz
A 35 años de haber dado su consentimiento, María del Carmen Bravo Borroto reconoce en la Cruz Roja un regalo de la vida.
"Asistía a una reunión de la Defensa Civil (un órgano del gobierno cubano dedicado a la prevención y protección de las personas ante los desastres) y de repente se presenta una dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas con el interés de formar una brigada de apoyo la Policía de Tránsito y otra para la Cruz Roja.
"Me quedé indecisa. No sabía qué hacer; pero finalmente me decidí por la humana institución y, ¡cuántas satisfacciones me han dado estas tres y medio décadas!
"La mayor sorpresa la tuve en febrero de 1997, durante un suceso muy triste. Fidel Castro recorría el Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila, en ocasión de un terrible accidente ferroviario: '¿Usted es familia del accidentado?', me preguntó, lo cual motivó la conversación, cuando le respondí que no, que era voluntaria de la Cruz Roja.
"Le di pormenores de la evaluación y evolución de los accidentados, la mayoría muy jóvenes; cómo habían respondido los servicios de atención médica y cuál fue la actitud del pueblo, que de forma masiva había hecho filas para donar sangre de forma voluntaria.
"En aquella semana de estancia en el Hospital, junto a mi brigada de voluntarios, tuvimos las más inolvidables vivencias, el más directo aprendizaje."
—¿Por qué te decidiste por esta forma de emplear tu escaso tiempo libre, siendo madre de dos hijos y trabajadora del área económica de la Empresa de Comercio?
—Es muy lindo contribuir a la salvación de una vida. Y, claro, vivo agradecida por el apoyo y la comprensión de mi familia, del gobierno que nos alienta en esta humana tarea y de la Cruz Roja, motivo de inspiración.
—¿Qué tiempo te llevó prepararte como una eficiente voluntaria?
—Lo elemental son los primeros auxilios. Saber cómo atender a un traumatizado o a alguien expuesto a una inmersión; después la vida es más "rica" que todo el conocimiento.
"¿En cuántos eventos masivos hemos participado? Deportivos, artísticos y en evacuaciones por intensas lluvias o huracanes. Y de cada uno se aprende algo. Algo así como un nuevo peldaño de la vida."
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